22-04-2009

Selva San Juan Neira

Selva San Juan Neira 1969 - 2009

Cuarenta años entregados a la educación. No es fácil pensar cuanto tiempo es eso o cuantas cosas transcurren desde el anhelado sueño de trabajar hasta que se aproxima el final y comienza la nueva etapa, el retiro. ¿ Mejor o peor ?, es la incógnita que se debe despejar.
Nació el 4 de Enero de 1949, las dificultades que rodearon ese acontecimiento no fueron menores, una asfixia inesperada puso en alto riesgo su vida, las posibilidades de sobrevivencia de acuerdo a los especialistas eran escasas. Para sus padres era inexplicable y trágico, la esperaban desde hacia cuatro años.- La hermosa niña azul, gracias a la generosidad de Dios había sobrevivido.
Hija de Ricardo San Juan, Técnico Eléctrico que a su paso por Lota siendo estudiante conoce a una encantadora mujer, a la que pasado poco tiempo vuelve a buscar para formar su soñada familia. Carlota Neira, su madre oriunda de Lota, de la que hereda las profundas e indestructibles raíces con el pueblo que la vio nacer y que con el pasar de los años le retribuye con creces, en su rol de maestra, atendiendo a los alumnos y alumnas más pobres y desprotegidos que ingresan a nuestro Liceo.
A los cinco años ingresó al Kinder de la Escuela Thompson Mathews, hasta donde cursó Sexto Año Básico. Siempre nos contaba “ Mis primeras letras me las enseñó mi madre ……….” Al entrar a la escuela ya sabía leer.
Al término del Sexto Año Básico rinde los exámenes para ingresar al Colegio del Niño Jesús. Allí vivió su adolescencia. Era una excelente alumna, destacaba en varias áreas, notable lectora, muy buena voz, integrante del grupo de teatro, deportista, además pertenecía al coro de su colegio. Siendo la mayor de tres hermanas tenía que asumir la responsabilidad de las menores, tanto en el trayecto como en la escuela. Muchas veces cuando hacían algún desorden que pudiese enojar a su madre que en esos tiempos era muy severa, prefería culparse para evitarles el castigo. Sus hermanas la recuerdan con respeto y afecto reconociendo que debió asumir un rol de mayor seriedad y responsabilidad, sacrificando talvez en esta dimensión las travesuras propias de la niñez y adolescencia.
Egresó a los 17 años y rindió la Prueba de Aptitud Académica en el año 1966, un buen puntaje y sus buenas calificaciones le permitieron ingresar a la Universidad de Concepción, en esa época al Propedéutico, desde donde al término del año se optaba a las diferentes carreras. Si bien su sueño era ser Traductora e Intérprete, por la facilidad que tenía para los idiomas y de preferencia Inglés, terminó estudiando Pedagogía en Español. Durante todo este período de definiciones personales estaba en marcha la Reforma Educacional de 1965 con todas sus innovaciones, cambios, ambigüedades e improvisaciones. En el año 1968 surgen los “ Profesores Acelerados” que eran estudiantes de Quinto o Sexto Año de Humanidades, equivalente al Tercero y Cuarto Año Medio de hoy, que eran capacitados para hacer clases, tanto en escuelas rurales como en escuelas suburbanas cubriendo el déficit de docentes que los nuevos procesos involucraban. Malo o buena así estaban las cosas.
Siendo alumna del Tercer año de Pedagogía en Español se presentó, con el objeto de asumir algunas horas de clases, al Centro Medio Comercial de Lota a sugerencia de la Sra. Emilia Andreu, docente del establecimiento y que había sido su profesora de Castellano en el Colegio del Niño Jesús. Por lo antes planteado era normal que jóvenes universitarios o estudiantes de pedagogía, iniciaran anticipadamente sus labores profesionales particularmente en los Centros de Enseñanza Media y Escuelas Básicas
Fue su primera entrevista con el Director Roberto Gari Sanhueza Vargas con quien a la postre compartiría la mayor parte de su vida profesional. Por esos días el colegio funcionaba el la ex Escuela Matías de Lota Alto, hoy Thompson Mathews. Le fueron asignadas cinco horas de clases. El primer encuentro con don Roberto estuvo salpicado de consejos, reflexiones, sugerencias, sermones, todo ello dramatizado y que concluían con el férreo compromiso del atribulado novato de ser casi perfecto en sus tareas. Eso en el tiempo parece una caricatura pero vaya que era necesario, hoy las cosas son algo diferente.
El primer curso que le asignaron fue un 7º año E, altos y espigados mocetones de avanzadas edades para su nivel que más de algún bochorno hicieron pasar a esta delicada, buenamoza, y aparentemente frágil profesora, que vestía, como era la moda, una diminuta minifalda que arrancaba frecuentes suspiros a los alumnos y a los corazones fatigados de los profesores y algunos viejos Maestros, entre los que se encontraba el mítico Eucarpio Segundo Vargas Torres profesor de Contabilidad, Víctor Hugo Leiva Cartagena, Julio Eduardo Gómez Santos, Jorge Zárate Pelay, Juan Torrez, Carlos Quezada Rivas, Sergio Benavente Torres. Todos ellos muy despiertos, atentos y picarones. Con su forma especial de ser y marcando claramente los límites, logró sobreponerse e imponerse a sus alumnos y a sus colegas. Al año siguiente aumentó su horario de clases atendiendo a otros cursos. Así comenzaba, en esos tiempos un profesor, con pocas horas de clases y demostrando capacidad, de esta forma se ganaba los espacios. Hoy sorprende un poco como todos quieren partir con muchas horas y no siempre dispuestos a mojar la camiseta….. bueno los tiempos cambian.
En el año 1971 nace su primer hijo Milton Ricardo y paralelo a ello realiza su Práctica Profesional en el Liceo Experimental de Niñas de Concepción. Al año siguiente egresa de 5º Año de Pedagogía en Español y asumía 36 horas de clases en el Centro Medio Comercial, es decir horario completo.
En Abril del año 1973 se titula como Profesora de Estado en Español en la Universidad de Concepción. Servia en el Centro Medio Comercial y posteriormente Instituto Comercial de Lota, horas de Castellano, Filosofía, Técnica de la Expresión, Redacción Comercial y Jefatura. Ese mismo año licencia su primera promoción de estudiantes, el 4º Año C de la Especialidad de Secretariado acercando al campo laboral a estudiantes como Antonio Erices Pacheco, Antonio Pinilla Molina, los que posteriormente asumirían roles de docentes en nuestro Liceo. Iris Bascur Plaza, Ana Sepúlveda Martínez, Silvia Arévalo Pantoja, hoy destacadas funcionarias del Servicio Nacional de Salud, Hospital de Lota. Saturnino Araneda Torres, Jorge Jiménez Zenteno, Mario Cavieres Santos que destacan en cargos Directivos o Asistentes de la Educación en el Liceo Industrial Metodista de Lagunillas y el Centro Integral de Adultos de Lota. Algunos comerciantes, ex mineros, militares, etc. y otros y otras que con esfuerzo y valores aprendidos tanto en el hogar como en el Liceo han crecido y se han desarrollado en la vida siendo buenas personas y un aporte importante para la comunidad.
En 1975 época en que el Inspector General Titular Carlos Darío Quezada Rivas asume como Alcalde Designado en la vecina Comuna de Coronel, Selva se incorpora como Inspectora General Interina, dejando de servir las horas de clases. Por esos mismos tiempos el Director realiza fuera de la región un Curso Multinacional, asumiendo en consecuencia, por períodos, la responsabilidad de la Dirección. Parecía que el destino administrativo se marcaría así.
Por esos tiempos las cosas estaban difíciles en todos los aspectos, básicamente en las confianzas, las autoridades buscaban la forma de alejar a los detractores del sistema de cualquier forma. En más de una ocasión le pidieron delatar a colegas o chequear listas de personas para dejarlas sin trabajo y a pesar de su juventud supo mantener con valentía la decisión de respaldar a los profesores y funcionarios a pesar de los costos que podía pagar por ello. Son matices que pocos valoraron pero que le dieron fortaleza moral a su tarea. La recuerdo laboriosa, responsable, impregnada de su trabajo, haciendo de la gestión administrativa su mayor fortaleza. Su brazo derecho por esos tiempos era una paradocente y secretaria de confianza como pocas, Iris Margot Rebolledo Saavedra, una tremenda funcionaria, que se conocía todos secretos del hacer administrativo, le prestó una gran ayuda y le enseñó lo necesario para enfrentar con éxito el rol directivo.
En el año 1976 nace su segunda hija Selva Verónica, ocurre además, que el cargo que ocupa sale a concurso público nacional, eso significa que la gama de funcionarios que pueden postular al cargo es alta, a pesar de ello ocupa el 1º lugar en dicho concurso y asume en propiedad a contar del 1º de Marzo de 1978. Antes de esa fecha ocupa transitoriamente el cargo de Inspector General el profesor de Educación Física Luis Armando Saavedra Veloso, el que concluye su tarea a en el momento que surge el encasillamiento del Estatuto Docente.
Ese mismo año está en todo su apogeo el Coro de Profesores del Liceo, en ese entonces Instituto Comercial de Lota, lo integraban connotados docentes y funcionarios, entre los que recuerdo a Francisco Parra Profesor de Inglés, las docentes de Castellano Elsa Salas Triviño, Isabel Sapiaín, Selza Inzunza y Selva San Juan Neira que era solista, María Angélica Vergara y Ana Luisa Torres, de los varones Víctor Beltrán Oviedo, Belmar Patricio Garrido Cárdenas, Pedro Ambiado Maldonado, Ramón Correa Garrido, Rafael, Darío Quezada Hernández y Marcial Campos Avila, todos ellos dirigidos por el connotado Profesor de Estado en Español y excelente músico, compositor, director musical y gran amigo Fernando Rodríguez Benítez que además es el autor y compositor del Himno Oficial del Liceo.
Selva participaba con mucho interés alternando entre las actividades deportivas, administrativas, musicales y la atención de sus adorados hijos, los que debían acompañarlas a las canchas, oficinas, salas de clases y patios del colegio mientras participaba de las actividades.
El año 1979 y producto del encasillamiento del Estatuto Docente es nombrada Subdirectora del Liceo Comercial de Lota. Al Director le costo mucho aceptar esa realidad y la siguió manteniendo como Inspectora General, a pesar que en la práctica desarrollaba múltiples funciones entre la Unidad de Inspectoría General y la Unidad Técnico Pedagógica que a la fecha estaba en proceso de formación. En ese período nombraron Inspectora General a la docente Sra. Rosa Ester Córdova Alvial que la acompañó algunos años en las tareas directivas y que por su estado de salud dejó el cargo. Fue en esos duras etapas en la que las Supervisoras de la Dirección Provincial se dieron cuenta del verdadero papel que desempeñaba en el Liceo y el valioso aporte, surge pues un respeto a su trabajo y una valoración que se mantuvo hasta su retiro. Debió ser la Contraloría Regional la que sentenció que el cargo que le correspondía era de Subdirectora y se hizo justicia, desempeñando la función con alta eficiencia y responsabilidad hasta el 28 de Febrero del 2009, completando en él la no despreciable cantidad de 30 años.
Recuerdo de ella los esfuerzos que hizo por participar en la Comisión Mixta de Salud y Educación, haciendo capacitación y sensibilización en la comunidad sobre el SIDA, esta relación fue bastante útil porque permitió abrir puertas para la atención de muchas otras problemáticas de nuestros estudiantes relacionadas con la salud como atención dental, consultas médicas, problemas de pediculosis, escabiosis, maternidad, etc. Además dejó las puertas abiertas para otra actividad que lideró con éxito como fueron las JOCAS que pocos liceos en Chile podrán mostrar el éxito que mostró el Liceo Comercial, tanto en convocatoria de agentes de la comunidad como en los resultados de las conversaciones, como las recuerdan los alumnos que en esa oportunidad participaron.
En el año 1984 asumo horas en la Inspectoría General y me correspondió ejecutar algunas tareas menores con Selva, personalmente me mantenía distante puesto que usábamos criterios diferentes para abordar algunos los problemas. Posteriormente compartimos oficinas como ocurrió cuando, debido a reparaciones del Liceo, nos fuimos a la Escuela Matías. Fue allí donde encontramos a la Paradocente Georgina Soto Soto y la llevamos a nuestro Liceo
Por esos tiempos Selva escribe :
“ Mi contacto con los niños-alumnos lo había perdido y lo sufría, especialmente cuando se celebraba el Día del Maestro. En esos momentos añoraba mis días de profesora. Pero cuando ya creía estar resignada a mi suerte una persona me lo enrostró. Y me sentí muy mal. Estaba vegetando, en el más amplio sentido de la palabra, añoraba mis alumnos pero no estaba haciendo nada por ellos, ni siquiera sentía su distancia. Mis tareas eran agobiantes, cansadoras, de mucha responsabilidad, pero distante, lejos de sus atribulados corazones……..Y me invitó a compartir lo que hacia. Mi vida cambió radicalmente. Empezaba una nueva etapa. Participé con él en un curso de animación grupal. Estaban, además, la profesora Vilma Castillo Lastra, Silvia Vilugrón Espinoza, Edith Sandoval Ramírez, Raúl Lermanda Bussard. Al término del curso me integré a trabajar con grupos con problemas disciplinarios, con alumnos con problemas conductuales, con apoderados, con paradocentes y auxiliares. Era lindo rescatar a aquellos alumnos que nadie daba un peso por ellos, los que luego se transformaban en hombres y mujeres que emprendían el vuelo firmes en sus principios y valores, sabiendo lo que querían, ellos, ellos nunca han olvidado esos talleres, los abrazos de los reencuentros dan testimonio de ello………Y yo, tampoco los he olvidado nunca……Si lo pienso bien, también necesitaba reafirmar mi autoestima.”
Efectivamente durante ese tiempo no sólo hicimos con Selva la capacitación en Educación Extraescolar de animación grupal diseñado por el notable maestro Jaime Arias Méndez del Area Extraescolar del Ministerio de Educación, si no además los talleres diseñados por el Psicólogo del Departamento de Educación Municipal, otros de la ONG de la Caleta todos ellos convergían en una sola idea, que era ayudar al desarrollo de los alumnos con problemas psicosociales y de baja autoestima, los hoy conocidos y aceptados alumnos vulnerables.
Antes de la llegada al Liceo de los Psicólogos, psicopedagógos, profesores diferenciales, etc. siempre hubo alumnos con problemas……….Algunos sobrevivieron y otros quedaron atrás sintiendo como este gran Liceo se alejaba de ellos hasta perderlos en la oscuridad del tiempo y del olvido. Resulta fuerte recordarlo.
Más tarde escribe:
“En la primera parte de esta nueva fase, me cobije a la sombra de un hombre admirable, del que aprendí mucho de lo que después entregué con creces en mi labor de asistencialidad de alumnos. Cuando escuchaba sus trágicos y complejas vivencias, siendo tan niños, lo hacia con respeto, había casos cercanos al heroísmo, el corazón se sobrecogía de tristeza e impotencia, sentía en sus miradas la luz de la esperanza, buscaban la mano tierna y la palabra de aliento y debo decir con mucha firmeza y claridad que muchas veces bastaba sólo eso…….una palabra, una sencilla palabra acogedora y que todo docente, profesor, maestro debe tener siempre muy cerca”
En el quehacer Técnico Pedagógico hubo que enfrentar todo el proceso de la Renovación Curricular, esto es la adecuación de los Planes y Programas de estudios a la luz de los nuevos Decretos.
Por ese tiempo, además, viene asomando fuerte la Reforma Educacional que para nuestro Liceo comienza con el MECE y fuimos plan piloto. Derrumbar paradigmas y viejas teorías resulta agotador y hubo que enfrentar muchos y nuevos desafíos. En ese aspecto es de justicia destacar la participación del profesor Juan Pablo Contreras Guzmán que recibió capacitación sobre Educación Extra Escolar en las Jornadas de Puerto Octay y de las Conversaciones Estudiantiles inserta en el desarrollo de las Iniciativas Juveniles.Por otro lado en la organización administrativa en el contexto de la Reforma aparecen nuevas estructuras como El Equipo de Gestión. Resultó ser un espacio de reflexión, planificación, participación, integración y toma de decisiones. Selva cumplió a cabalidad cada uno de lo requerimientos de este nuevo equipo. Se fortalece mucho más la opinión de eficacia y efectividad que la Dirección Provincial de Educación tiene de ella. Cada una de las supervisiones y los controles son sorteados con buenos conceptos y evaluaciones, su conocimiento del funcionamiento general del Liceo y los nuevos requerimientos afianzan su rol, su labor y sus logros.Además del desarrollo profesional ocurren situaciones que resultan relevantes y decisivas en su vida personal y profesional. Ella escribe así:
“ En el año 1999, cumplí mis 50 años y di un vuelco a mi vida. Mis hijos ya profesionales formaban sus propias familias y yo decidí unir mi destino al hombre que en el tiempo se convirtió en mi compañero de trabajo, luego en mi amigo y posteriormente en mi esposo. metamorfosis compleja, dolorosa, difícil y escasamente comprendida ”
Durante un largo período las relaciones interpersonales del Liceo estaban tensas y complejas. Muchos se sentían con derecho a opinar, juzgar y sancionar las decisiones que dos personas en pleno uso de sus facultades podían tomar. Hubo caras largas, opiniones, juicios, desprecios, palabrazos, más todo ello quedó esparcido en el tiempo. Hoy no hay rencores, no hay dobleces y la vida continúa. Alguna lecciones de vida quedarán.
Mi visión, después de esta larga historia de Selva es bien especial y siempre será subjetiva. Desde que la conocí tuvimos diferencia de opinión, no había puntos de encuentro ni de convergencia. En esas circunstancias era distante e intentaba estar lejos de manera de no entrar en conflictos. Cada cual hacía su trabajo y no nos encontrá bamos para nada. Yo me dedicaba a mis tareas, al deporte, a la actividad extra escolar y a vivir distendidamente, aspecto que hoy identifico claramente como un aspecto negativo. Además encontraba que Selva se dedicaba preferentemente a las cosas administrativas y desde esa perspectiva me parecía lejana, fría e insensible. Poco a poco fui cambiando esa percepción después de iniciar algunos trabajos conjuntos a los que ya me he referido antes, mi opinión fue cambiando. Hoy puedo afirmar que es una gran mujer, gran profesional, gran compañera y excelente esposa.A la salida del Director Roberto Sanhueza Vargas, debió asumir la Dirección en calidad de Interina. Fue el año más complejo, primero hubo que enfrentar un movimiento de la Comunidad Escolar por la disposición injusta y arbitraria de cambiar abruptamente a los Inspectores Generales, sumado las inundaciones de nuestro Liceo y posteriormente la larga toma del Liceo producto de la” Revolución de los Pinguinos” y podemos agregarle a eso la actitud irresponsable y deshonesta de la Directiva del Centro General de Padres del año 2006, los que finalmente no devolvieron parte de los dineros de los todos los apoderados. Y la falta de apoyo de las autoridades de la época.
Participó Selva en la elaboración y ejecución de innumerables proyectos en beneficio de este Liceo. Asumió con mucha responsabilidad y cariño en el acompañamiento de los alumnos que venían de los lugares más alejados de la región primero fueron las alumnas de las Cabañas de Playa Blanca, luego las de Residencia Familiar financiadas por la JUNAEB que fue una solución, pero antes de eso había que buscar hogares donde ubicar alumnas, sé que ella recuerda a la Sra. Jovita que tuvo a muchos jóvenes albergados en su hogar gratuitamente y finalmente a los poco comprendidos Beca Liceo para Todos. Ese acompañamiento era real, efectivo, sacrificado. De la misma forma cuando había que tutorear alumnos, que no es una idea nueva en el Liceo, eso ya lo hacíamos años atrás, eso si, con menos publicidad con menos personas, con menos tiempo, pero lo hacíamos.El trabajo de asistencialidad involucra muchas y complejas tareas, distribución de útiles escolares, atención oftalmológica, en beneficios de zapatos, uniformes, etc., alimentación escolar, supervisión al comedor escolar. Por años mantuvimos las Becas Integrales de Atención Dental con el Hospital de Lota Bajo.También lideró la formación del Equipo psicosocial al interior del Liceo incorporando todos los elementos necesarios para hacer una buena tarea junto a Brígida, Edith, Alejandra, Profesores Jefes, etc.
Era responsable del complicado sistema de Subvenciones que da origen a los ingresos por concepto de asistencia de alumnos y que tiene innumerables variables que hay que tener en consideración. Era responsable del Inventario General del Liceo y la mantención y resguardos de equipos de uso en clases para los sectores y subsectores, resguardo de textos, compra de materiales del proyecto Liceo para Todos, etc.
Hay que reconocer que sus tareas eran múltiples, complejas y variadas. Hoy que me ha correspondido asumirlas destaco más aún su laboriosidad.Poco a poco este Liceo ha ido perdiendo gente importante en las tareas administrativas, pero la lección está bien aprendida porque los que vienen surgiendo lo hacen con eficacia.
Don Roberto Sanhueza Vargas, Berta Zambrano Pérez, Edith Sandoval Ramírez y Hoy Selva San Juan Neira fueron pilares fundamentales en la construcción de la historia de la Familia Comercialina, fueron parte del hacinamiento que nos tocó en algunos períodos, del peregrinaje, de las inundaciones, los paros, las huelgas, las tomas y las injusticias, que componían los sueños de días mejores.
Los lazos que formaron de amistad, respeto, profesionalismo son los eslabones de esta gran cadena que debe unir a todos los profesionales que sirvieron o que fueron formados en el “ Viejo Cascarón “ y que siempre anhelaron tener su hogar propio. Ellos junto a todos los colegas que ya se alejaron, dejaron con su sacrificio una hermosa herencia que es este nuevo, moderno y sólido edificio, enclavado en un paisaje sólo comparado con la belleza de las personas que lo habitan.
Suerte para los que hoy dirigen y que tienen la responsabilidad del futuro, no olviden:
Eres fértil surco donde esperaLa semilla pronto a germinar………..
Romperá su luz la terca oscuridadIluminará el espíritu.
Lota, Abril 2009-
Arnoldo Hidalgo Saldivia