26-08-2005

AUXILIARES, SERVICIOS MENORES GENTE DE AYER Y DE HOY


Hablar de los auxiliares del Liceo hoy llamado Servicios Menores, es hablar de la historia silenciosa, la historia sencilla, los episodios poco bulliciosos, los hechos simples, pero no menos importantes que cada día acontecieron y acontecen como manantiales incontenibles de la cotidianeidad de los estudiantes. En su saludo, en su mirada de cada mañana, muchas veces saben descubrir prematuramente los conflictos, aflicciones, penas y alegrías que cada niño trae. Muchas veces fue el auxiliar que siguió a un niño o una niña hasta el baño para ver como se encuentra porque la notó triste y llorosa cuando al entrar levantó la cabeza para saludarle y traspasó la angustia que sólo esa persona, con la sensibilidad sabia de su experiencia supo interpretar. Pareciera ser el auxiliar el último eslabón de la cadena educativa, pareciera ser la persona con menos preparación académica que presta servicios en la escuela, pero muchas veces he constatado que no es así y de ello me alegro muchísimo, y son muchos los problemas que el Colegio ha resuelto con la intervención de estas personas, algunas de ellas legendarias por su cercanía, apoyo, generosidad afectiva que han mostrado en su trato con el resto de los integrantes de la escuela. Es posible que sean muchos los que han pasado cumpliendo esos roles pero al final no todos han trascendido en el tiempo.
Publio Melo Lagos, Figura mítica, legendaria, el auxiliar de todos los tiempos, fue parte de los periplos que en su largo peregrinar desde el local de la Ex Escuela 50 hasta el último recinto que lo cobijó en Caupolicán 398 de Lota Bajo, acompañó a esa tribu de soñadores que siempre quisieron construir un colegio de excelencia, el mejor de la provincia, la región y el país. Para él no había tiempo, cansancio, desidia. Era todo empuje, tenía la camiseta de su colegio clavada en el alma, muchos podrán tener una visión algo diferente, pero lo conocí de cerca, me confidenciaba sus frustraciones, sus proyectos, sus sueños, ilusiones, tormentos y pasiones. Pasó mucha etapas de su vida dentro de las paredes del colegio. Cada martillazo era la válvula de escape por los anhelos incumplidos. Sufría y penaba por las aflicciones de los alumnos, conocía muchas historias, era leal con los estudiantes, era un facilitador de sus tareas, era cómplice de las travesuras juveniles. Conocía a la mayoría de los apoderados, conocía a sus familias. Con los alumnos era conciliador, amigo, confidente cuando conversaba con ellos o ellas todos sus mensajes tenían un tinte de lección y si alguien en su momento no lo capto, basta que recuerde palabra por palabra su mensaje y descubrirá que tras el hay profundidad, afecto y comprensión. También pasó momentos duros en lo laboral, en lo familiar, en lo afectivo.
En lo laboral porque sufrió las incomprensiones de sus iguales y de otros estamentos con los que compartía, eran frecuentes las intrigas y envidias por lo que hacía o por lo que no hacía, era sensible a los comentarios, parecía fuerte más no lo era, era frágil como una hoja. En lo familiar porque sufrió la ruptura, la separación, el distanciamiento de sus hijos y la formación de su nuevo hogar. En lo afectivo porque nada de lo que le fue ocurriendo dejó de tener huellas profundas y así fue al final . Trataba de no demostrarlas en apariencias, pero por sus acciones era posible darse cuenta de sus estados de ánimo y hacia el final de sus días era un hombre cansado y esos brazos fuertes, vitales, avasalladores y titánicos ya estaban débiles y su martillo no emitía la música que por muchos años le conocimos. ( En honor a la amistad y al afecto habrá una nota especial para Publio ).
Publio era compañero inseparable con Edmundo Oñate Melita, eran pareja, en el buen sentido de la palabra, tenían caracteres afines, se complementaban. Edmundo, por todos conocido sólo como Melita, era de Coronel, específicamente de Camilo Olavaría en consecuencia viajaba como tantos a su lugar de trabajo. Era una persona diferente, parecía ingenuo o simplón pero era sólo apariencia porque tenía reflexiones profundas que más de una vez me compartió, parecía una persona con poca educación y también era un error, era algo desgarbado en su vestir, despreocupado de los detalles de su trabajo, pero en general casi siempre lo hacia. Muchos lo tildaban de flojo, con pocas ambiciones y el tiempo demostró de manera contundente que esa apreciación era una profunda equivocación. Lo que si podríamos afirmar es que Edmundo era distraído, le prestaba poca importancia a las cosas que sucedían en su entorno, generalmente caminaba absorto en sus pensamientos, saludaba a los alumnos pero en un acto reflejo, si uno le preguntaba si había visto a alguna persona, quedaba pensando y decía que no. Frecuentemente Publio le hacia bromas o le preparaba trampas que terminaban en risa, ellos hacían un sketch en que Edmundo en una parte tenía que decir ¡¡ fuego, fuego !! Y Publio le tiraba un vaso o tiesto con agua y le decía yo soy bombero . Bueno ahí terminaba el chiste, creo que nunca lo entendí, pero cada vez que había que hacer gracia presentaban eso. Todos se reían incluso ellos, creo que Publio se reía de verdad, Edmundo no lo creo............Quizás guardaba la carcajada para el final. Otra vez sucedió un hecho que algunos recordarán como el más relevante en sus años de estudio. Estando en el local las Monjas, lo describo así porque nunca fue del colegio, el Ministerio de Educación sólo lo arrendaba, frente a la cancha del patio principal, se produjo un incendio, salía mucho humo al principio y hubo que evacuar el colegio, había muchos gritos, carreras, chillidos y desmayos, sonaba la sirena, las puertas era estrechas, en algunos sectores había mucha confusión, más de alguien no dejó salir a sus alumnos porque estaban en clases, de pronto comenzaron a salir llamas y alguien o muchos gritaban que llevaran los extintores que estaban como siempre instalados en los pasillos y con poca carga. Entre gritos, órdenes y desordenes subió a buscarlos Melita con Fernando Jaque a toda la velocidad que le daban sus deseos de ayudar, tomaron los extintores del segundo piso, salieron por una de la ventanas hacia el techo de la antigua sala de dactilografía que quedaba entre los dos patios, corrieron presurosos sobre los pizarreños que estóicamente soportaban el peso de estos dos prestos auxiliares de bomberos, pero entre la sala de dactilografía y los baños de alumnos que estaban a continuación había una diferencia de altura como de ochenta centímetros, ambos corriendo con un extintor pegado al pecho se enfrentaron a este obstáculo y dado el apremio, decidieron saltar. Todos los espectadores fueron testigos como desaparecieron al caer sobre los frágiles pizarreños que no soportaron el peso de estos valientes ayudantes que fueron a dar al entretecho de los baños, sin poder cumplir con su objetivo de llegar con los equipos al foco del incendio. Posteriormente llegaron los bomberos y sofocaron las llamas que peligrosamente amenazaban con extenderse al viejo cascarón. Minutos después salieron contundidos y blanco de las nerviosas risas post incendio. La historia se recordó por muchos años.
Todos tenían la tendencia a pensar que Edmundo permanecería en el colegio hasta su jubilación, pero el que parecía menos despierto tenía su cartita bajo la manga y un día sin más ni más renunció, postuló a una pesquera y en dos meses ganaba tres veces lo que ganaban sus compañeros de trabajo que quedaron en el colegio y seis meses después trabajaba como cocinero en un barco pesquero y ganaba cinco veces más que sus antiguos colegas, creo que la moraleja es evidente.
Otro auxiliar era Daniel Retamal, era enteramente lotino, delgado, joven, de gestos ampulosos, histriónico, buen conversador tomaba la escoba y barría como si estuviese bailando tango, el tango porteño con vueltas y recovecos, se peinaba hacia atrás y a la gomina. Siempre decía “ a mi me gusta ser derecho” y movía sus manos simulando el camino a Colcura y era exactamente así. Le gustaba cantar y tocaba la guitarra lo hacia bastante bien y tenia alguna experiencia en grupos musicales. Cuando tomaba, que era con mucha frecuencia se ponía difícil y porfiado, ahí tenía discusiones con todos. Siempre tenía discusiones con Publio sobre la lealtad. Cuando se pagaba, en esa época era los días quince del mes, solía beber y embriagarse gastando cantidades importantes de su menguado sueldo. De pronto nos percatamos que los días de pago Daniel no venía a trabajar, en su reemplazo aparecía su señora cobraba y se iba y después de mucho tiempo descubrimos la verdad, no venía a trabajar porque en la noche anterior, mientras dormía su señora le escondía la prótesis dental........... Dadas sus constantes irregularidades debió renunciar antes que sanciones administrativas lo dejaran afuera con menos honor. Por muchos años cada vez que andaba entre verde y seco pasaba al colegio a cobrar viejos sentimientos que ya nadie recordaba. Su compañero o pareja era Fernando Jaque Fuentes, un viejo de edad indefinida, de manos toscas, callosas y ásperas pero que tenía una habilidad desarrollada en el transcurso de la vida, era componedor, se jactaba de saber todo sobre huesos, era el kinesiólogo del liceo, cobraba poquito y para callado, le verdad es que muchas veces le trajo una notable mejoría a los contusos, además su hijo era un incipiente jugador de fútbol que había empezado en el club de sus amores, el de la lamparita y eso le daba cierto cartel. Lo cierto es que su hijo no sólo jugó por Lota, Cobreloa y otros clubes, si no que fue un integrante destacado de la Selección Nacional lo que fue verdaderamente el sueño cumplido de este humilde hombre de Lota que vivió muchos años de manera precaria muy cerca del mar. Cuando las olas eran muy altas pasaban por debajo de su casa, vivía verdaderamente encima del mar. Respecto a sus labores en el colegio, estas se remitían a la rutina normal, su relación con los alumnos era para contarle viejas historias que en alguna parte del mundo le habían ocurrido. No era muy apegado a la Dirección del Liceo, más bien era distante y en ese plano no se avenía tan bien con Publio que en esa época era todo colegio. Después de jubilar, su hijo le compró un departamento en un céntrico edificio de Lota donde vivió hasta su muerte ocurrida hace un par de años. Por muchos años fueron ellos tres los que mantuvieron el aseo, con dificultades y todo pero lo hicieron.
Años después llegó la Señora Edith Donoso, era una persona educada, de trato afable, muy femenina y sensible, le dio un toque más suave al estamento. En esa época la proporción de damas es muy similar a la actual, por lo tanto se hacia necesario tener una o dos personas que atendieran ese segmento de la población escolar. Pero no todo es color de rosa, la señora Edith era de salud frágil, especialmente su columna.
Es bueno hacer a esta altura ya un comentario sobre el rol del personal de servicios menores. Para muchos es el último estamento dentro del organigrama. Yo personalmente creo que es así, pero sólo para los efectos de administración, porque de acuerdo a la importancia de las tareas resultan ser imprescindible, y lo que más duele, seguramente por la falta de madurez de los jóvenes, es la forma displicente con la que los alumnos y lo que es más feo algunos apoderados, se refieren tanto al trabajo como a la persona del auxiliar. Cuando se les ha tratado de enseñar a los jóvenes hábitos de aseo que frecuentemente no traen de su hogar, manifiestan que para eso están los auxiliares y eso a ellos les duele mucho y cuando ya están maduros para entenderlo las explicaciones ya no valen porque la tristeza y la angustia ya la masticaron. Debe ser por esa razón que personalmente creo que el trabajo que ellos desarrollan es de un profundo contenido humano, afectivo y trascendente y por eso estas historias pretenden reivindicar a aquellos que fueron altamente significativos y que probablemente nadie escribirá por ellos y serán la historia nunca contada de un colegio con prestigio, que ha llenado páginas y páginas de la vida de nuestra querida comuna y de muchos que vivieron en vivo y en directo estas narraciones y que ya son adultos que nos traen hoy a sus hijos para seguir los círculos de la vida o quizás buscando en el pasado esos días felices de su adolescencia inolvidable. Bueno hoy la Señora Edith Donoso está pensionada, vive en Coronel, atiende un pequeño kiosco de diarios, calendarios, etc. y cada vez que nos ve pasar nos ataja y busca capturar algún trozo de historia de esos días que para ella igual que para todos fueron felices.
Compañera y pareja de trabajo de la señora Edith era la señora Gladys Roa, cuando ingreso era muy joven y completaron de esta forma el máximo de personal de servicios menores que había tenido nunca el colegio. Era una persona muy trabajadora y calladita, tenía buen carácter al principio pero poco a poco fue cambiando igual que su salud que se deterioraba a gran velocidad, posiblemente influida por las dificultades de sus hijos que de distinta manera cada uno era afectado por problemas que no eran menores y su compañero que era poco apoyo para la difícil tarea de sacar adelante la familia con poco más que el sueldo mínimo. Creo que enfrentaba una tarea titánica que con el pasar de los años tuvo que pagar la cuenta. Si bien es cierto sus hijos están ya crecidos y algunos de ellos lograron salir delante de buena forma como su hija Julia, ex alumna nuestra, ella esta afectada desde hace dos años del mal de Parkinson que es una larga, costosa e invalidante enfermedad, me crucé con ella hace poco y después de un lago abrazo, hizo algunos recuerdos de su paso por el colegio. Esperamos en Dios que su enfermedad sea llevadera y la trate con la justicia que se merece una persona sencilla, humilde y que con pobreza y todo sostuvo a su familia a costa de quizás su propia vida. Un ejemplo digno de imitar, las pobrezas a veces son externas y las riquezas interiores, exactamente al revés de lo que la mayoría de la gente valora.
Hubo un momento de muchas personas que fueron pasando por los distintos Programas y Proyectos Sociales pero fueron espacios pequeños de tiempo que no revisten relevancia. En la Actualidad pertenecen a la planta de ese personal las siguientes personas: Rosa Hidalgo Gutierrez, Manuel Matamala Arévalo, Roberto Machuca Caro, Marco Garrido( Ex alumno) y Jhonny Bórquez, que por ser tan contemporáneos alguien escribirá la historia de ellos.
En justicia destacaré a Amalia Valencia, quien nos dejó este año después de más de una década junto a nosotros y que a propósito del cambio de colegio, decidió quedarse en la escuela que ocupará el antiguo local de Caupolicán. Hay razones familiares y económicas para tal decisión y sabemos que le ha costado mucho integrarse a su nuevo colegio debido a que el ambiente y el trato le han resultado diferente. Nosotros somos y seguiremos siendo una familia en tanto que los que nos han dejado la valoren así, los que están en la distancia sabrán comparar objetivamente. Amalia llegó como funcionaria de un programa se adaptó a las características del colegio y se sumó a la cruzada de servir, posteriormente pasó a la planta, cumplió roles de liderazgo entre sus pares e integró la directiva del Bienestar de Funcionarios hoy una sólida organización dentro de la Unidad Educativa. Su partida y sus acciones la hacen parte importante de la historia que aún no ha terminado de escribirse...........................


Arnoldo Hidalgo Saldivia
Lota, Agosto 2005

19-08-2005

JUAN OMAR GONZALEZ FLORES

Nació en la Ciudad de Lota el 16 de Junio de 1968, hijo de Juan Omar González Saldías ya fallecido y Graciela Flores Rodríguez.
Sus estudios básicos los realizó en la ex Escuela Básica Nº 4 de Lota. El Primer Año Medio lo realizó en el Liceo Comercial A – 10 de Chillán el año 1982.
El año 1983 y 1984 los cursó en Liceo Comercial C-47 de Lota, situación que le da cabida en este espacio. Teminó su enseñanza media en el Instituto Superior de Comercio de Concepción en la Especialidad de Contabilidad. En el año 1986 cursó el 5 Año Especial de Complementación y Seminario. 1987 fue su año sabático, hacia el final rindió la Prueba de Aptitud Académica. En 1988 ingresó a la carrera de Administración Pública, Facultad de Ciencias Políticas y administrativas, en la Universidad de Los Lagos, sede Osorno. En un acto de audacia y osadía toma la decisión de viajar a esa ciudad, siendo muy joven y sin experiencia en salir de su cálido y acogedor hogar, aceptó el destino, agachó la cabeza y partió a descubrir mundos, a conocer la vida, a construir futuro..... Fue en ese tiempo que consolidó su interés por el servicio público y adquirió un fuerte compromiso con la política y la iglesia. Tuvo una postulación para Alcalde y en el último período eleccionario a Concejal. Su partido fue, es y seguirá siendo la Democracia Cristiana. En el año 1991 vuelve a Lota a trabajar en la ENACAR, en el Area de Finanzas. Vivió todo el proceso de declinación de esa importante y significativa empresa para le zona del carbón, esta situación lo llevó a tomar la decisión de renunciar y buscar nuevos horizontes.
Prestó servicios en importantes organizaciones como: CORFO, SERCOTEC y SENCE, sin olvidar un breve paso por la Ilustre municipalidad de Los Alamos. En el año 1994 decidió seguir estudiando e ingresó a la carrera de Ingeniería en Administración con una mención en Administración Pública, de donde egresó con su tesis titulada “ Elaboración Participativa del Plan de Desarrollo Comunal de Lota. “ Trabajó durante 5 años en la Municipalidad de Lota, en Areas de planificación tanto económico ( SECPLAC) como urbano ( TRANSITO ). En la actualidad está devolviendo a los estudiantes del Liceo Comercial parte de lo que aprendió en la vida peregrinando en diversos sectores, como a compartir lo que sus mayores le entregaron. Si bien es cierto, Juan Omar alumno solamente dos años de este colegio, guarda los recuerdos más fuerte de su adolescencia, donde compartió grandes vivencias con profesores y ex compañeros. Volvió al lugar donde aprendió a caminar por la vida, a empezar a vivir, al lugar de las más fuerte vivencias juveniles, a los años de sus sueños, de amores ocultos, fantasiosos, insospechados. Aquí fijó muchas metas, trazó líneas de su Proyecto de Vida algunas de ellas se han cumplido y otras por los vaivenes de la vida han debido ser cambiadas. Fui testigo de su fuerza arrolladora en la defensa de sus principios y creencias, estaba asomando a la vida, era un brote fuerte de pasión, entusiasmo y rebeldía, aun no fijaba los límites de su volcánicas decisiones, era valiente y atrevido, audaz, nada le importaba su integridad física cuando había que salir a la calle a protestar en las álgidas manifestaciones de esos años contra un sistema que a cada momento se hacia más impopular. Linda vida de emociones y adrenalina como vale la pena vivir.
Dijo por ahí “ Cuando estoy en el umbral de los 36 – 37 años, no puedo sino reflexionar con respecto a mi vida, a mi presente y mi futuro. Asumiendo que la vida no es fácil, pero si muy hermosa y que los desafíos se enfrentan con mucha fuerza, pero fundamentalmente con amor por uno mismo y por el prójimo “ Estas reflexiones muestran claramente cuanto a crecido y madurado.
En su proyecto futuro incluye obviamente a su mujer Rossana y a sus dos hijas, Andrea y Karen, en lo profesional proyectarse y consolidarse, hacer un Post Grado en Economía o Desarrollo Local o Regional, aprender a manejar el inglés, pero más allá de todo anhela la felicidad, el bienestar personal y familiar siempre en su perspectiva de una sociedad más humana, más justa, en donde todos puedan acceder a posibilidades de éxito en la vida, lo que de alguna manera es el gran mensaje a todos los que algún momento fueron compañeros de curso de colegio o de travesuras como aquellas de Colcura desinflando neumáticos en los autos de algunos profes junto a otros próceres de las bromas y otras anécdotas que en algún momento podrán ser publicadas extensamete.

Agosto. Arnoldo Hidalgo Saldivia

13-08-2005

PARADOCENTES, INSPECTORES; ...GENTE DE AYER Y DE HOY




Dentro de la historia de este prestigioso establecimiento un papel no menos importante han desarrollado y escrito los Paradocentes, que de una u otra manera han tenido un papel preponderante en el contacto con los alumnos. Algunos se han caracterizado por la cercanía con ellos y otros por sus particulares características que han hecho de ellos personas especiales.
En las primeras etapas del colegio fue Inspector General el Profesor de Educación General Básica Carlos Quezada Rivas, era oriundo de Coronel, habitante de la población Camilo Olavarría y se caracterizaba por su buen carácter, buen trato, afable, con una actitud relajada en el desarrollo de sus tareas y era reconocido por ser un Don Juan empedernido y del que se conocen varias y sabrosas historias de conquistas y aventuras.
Paralelamente desarrollaba tareas en la Ilustre Municipalidad de Coronel como Alcalde Designado, en período de democracia había sido electo Regidor, equivalente a los actuales Concejales, por esa razón poco a poco se fue distanciando del Colegio, asumiendo esa tarea la Sra. Selva San Juan Neira. En la actualidad está jubilado y se dedicó a actividades agrícolas ( crianza ) en una pequeña parcela. Era amigo y camarada inseparable de Sergio Enrique Benavente Torres, que se hacia llamar SEBETO un Paradocente no tradicional, era impredecible, se paseaba por los pasillos del Colegio ubicado en las dependencias del antiguo Colegio del Niño Jesús, con un pucho en la boca y cantando canciones de moda o bailando, era también aficionado a las faldas, a las fiestas y a las pichangas. Tenía un especial concepto de la disciplina y la manejaba a su manera. Tiraba de chincol a jote y tenía pocos prejuicios al momento enfrentar las conquistas. Formó , en ese entonces el famoso Clan de Alan y sus Bates, que era un grupo de alumnos y también profesores jóvenes que formaban una especie de cofradía de mucha lealtad y que estaban en las buenas y en las malas, se recuerda alumnos como Manuel Illesca, Calzadilla, Oscar Fernández, Luis Contreras, Carlos Ramírez, Jorge León y otros que fueron integrantes de ese no menos famoso grupo en torno a la figura de Sergio, que por supuesto era Alan. Hay otras historias que serán objeto de posteriores notas sobre este no menos famoso miembro de la familia comercialina, que también era conocido como el Conejo Benavente, buen amigo y muy cercano a los alumnos. Después de salir del Colegio cumplió funciones en la Secretaría Regional Ministerial de Educación, posteriormente asumió horas de clases en el Instituto Superior de Comercio de Concepción y en la actualidad tiene horas de clases en el Liceo Comercial de Tomé y un Colegio importante de Talcahuano. Hace un tiempo hicimos algunos cursos de perfeccionamiento juntos y con satisfacciín pude comprobar que no ha cambiado, que sigue exactamente igual sólo que el pelo luce más cano, algunos años más encima y no se cuantos kilómetros de cigarrillo habrá quemado en estos años.
También se inició junto al Colegio otro Paradocente, Edmundo Ibaceta, que posteriormente emigró del colegio y regularizó como Profesor de Educación General Básica y se incorporó a una Escuela de Coronel y falleció en el año 2004 cuando se había trasladado a una parcela en la pre cordillera de la ciudad de Chillán.
En el año 1972 se incorporó el Inspector y Paradocente Máximo Burgos que contrario a su nombre era muy pequeñito, rubio, nada de mal parecido que llegó con la Unidad Popular venido de no sé donde y que pasados algunos días después del 11 de Septiembre del año 73 desapareció, un día cualquiera, repentinamente dejó de venir al establecimiento, aparentemente por razones políticas.
En esa época cumplía funciones de habilitado Humberto Quintana Rodríguez que era un rol bastante tranquilo, era el hombre que hacía las planillas de pago, que posteriormente eran llevadas a Concepción para que el personal recibiera su pago o su cheque. Era una persona bonachona, algo ingenuo, constantemente era objeto de bromas de sus iguales o de los profesores jóvenes que en esa época eran bastantes. Es famosa una historia ocurrida en un paseo de curso en Ramadillas, en la noche salieron de farra y tenían que cruzar un pequeño canal y a este amigo no le pareció nada más genial que saltarlo a lo largo, obviamente cayó sentado, al medio del charco, enteramente vestido, hasta con una manta, a eso de las dos de la madrugada. El charco era de aguas servidas, así que de entre las ropas aparecieron cáscaras de papas, cáscaras de limón y otros desechos. Fue también el gran amor de alguien que nunca lo olvidó, otra historia para relatar algún día. En la actualidad es Profesor de Educación General Básica en una Escuela de Coronel.
Cumplía también, en esa época, Iris Rebolledo Saavedra, una excelente profesional en el ámbito administrativo, buena persona, conocía todo el movimiento del Liceo, era rápida en la máquina de escribir, eficiente en sus tareas, se conocía a los alumnos, conocía los problemas de estos, era una persona sensible. Su mayor dificultad radicaba en su asistencia al trabajo, era su talón de Aquiles, frecuentemente estaba con licencia médica. Posterior a su retiro, después de algunos años de inactividad se incorporó a una organización de gobierno. Desde su cargo en la CORFO ha prestado ayuda a muchos miembros de la familia comercialina. Compañera de Iris era Ana Luisa Torres, otra Para docente de la época 1970 – 1980, era una persona sencilla, funcionaba más como una dueña de casa que como profesional de la educación, con los alumnos funcionaba como tía, era cercano a ellos y a los profesores de esa época. El flaco Frías, era otro Paradocente de la misma época, tenía un gran sentido del humor, era travieso, siempre pensando en que broma hacer a los demás, por su juventud era cercano a los alumnos como todos los demás.
Por los planes de gobierno, como el PEM, en la era de los 70 – 80 llegó a trabajar como Paradocente un ex alumno, de la especialidad de Secretariado, ex compañero de Antonio Erices y Antonio Pinilla, era Ramón Correa Garrido, conocido como El Guatón Correa, famoso por la organización de eventos artísticos en los que hacia la función de productor y en donde siempre los resultados económicos eran ras ras, es decir no había pérdidas ni ganancias, los gastos eran igual a los ingresos, todo bien. Era un tipo especial. Hoy está radicado en Alemania.
A esa alturas ya se había incorporado José Eduardo Novoa Ríos, era joven, músico, bohemio, Don Juan, integrante de varios grupos musicales y bandas que dieron vida y alegría a esas interminables fiestas y bailes organizados para las Fiestas Patrias y que servían para solventar los gastos del colegio, amigo eterno de Valentín el Muñeco y otros, la fiestas a veces duraban hasta cinco días con sus respectivas noches, era un grupo grande de personas que le ponían el hombro, entre los que se destacan
Sergio Benavente, Publio Melo, Arnoldo Hidalgo, Darío Quezada, Roberto Sanhueza, Guillermo Unibazo, Rafael Belmar, Berta Zambrano, etc.
Eduardo se destacaba por ser el vocero oficial de todo, cuando se le contaba un secreto jamás salía de la Octava Región. Se caracterizaba por su excelente sentido del humor, bueno para los chistes, para la talla a flor de labios, muy puntual, cuando tenía una deuda era cargante para pagar, era un lector empedernido, leía todo lo que llegaba a sus manos, era culto, siempre estaba preocupado de su familia, aunque en la práctica fuese diferente Sus debilidades: era porfiado como el sólo, rencoroso, su carácter depresivo y sus miedos, más de alguna vez le jugaron una mala pasada. Finalmente enfermo, se cuidaba poco, hizo un Parkinson y hoy está pensionado debido su enfermedad y retirado a los cuarteles de invierno sin poder ejecutar los fantasiosos relatos de sexo y orgía de las que era un verdadero maestro para inventarlas y relatarlas.
Posteriormente y primero por los Programas de Gobierno llegó Virginia Olivares Carrasco, que le dio un sello personal a las gestiones y tareas de solidaridad en el colegio es de una fuerte influencia en los alumnos, genera con facilidad lazos de amistad y lealtad, los alumnos con mucha frecuencia confían en ella problemas personales y familiares que no comparten con otras personas. Maneja las campañas solidarias desde su formación ha integrado parte del Comité de Solidaridad de los Alumnos, específicamente del Centro de Alumnos desde hace seis años. Junto a este servidor trabajó intensamente en los Talleres de Desarrollo personal, que de alguna manera fue una fachada para atender a los alumnos con problemas conductuales en la época de los años 90. Muchos han sido los estudiantes que formaron parte de esos talleres, que eran una válvula de escape para los muchos problemas familiares y sociales que esos jóvenes tenían. El resultado de esa experiencia es que sin querer se fueron formando líderes y resultaba que muchos alumnos terminaban siendo dirigentes, sin que esa fuera la meta. Estos talleres funcionaban los días sábados, primero a las nueve de la mañana y después a las ocho, para no entorpecer el Acle. Hoy Virginia trabaja como encargada del Primer Piso del Nuevo Liceo, en equipo con otras paradocentes que se han ido incorporando.
Cuando se construyó el Segundo Piso del Liceo Comercial ubicado en Caupolicán, se trasladó todo el colegio, por un semestre a la recurrida Escuela Matías de Lota Alto, fue por el 95, ahí trabajaba una persona que posteriormente fue destinada al Liceo y de esta forma llegó a trabajar con nosotros Georgina Soto Soto, una persona menudita, de gran vitalidad, con una noción muy clara de lo que se debe hacer para atender a los jóvenes que poco a poco han ido cambiando y son diferente a lo que cada uno de Uds. Fue en su momento de estudiante. No es que todo tiempo pasado fue mejor. Que los estudiantes fueron distintos. Lo que pasa es que los tiempos son distintos, las realidades son diferentes, la calidad de los alumnos siempre se ha mantenido, en toda época ha habido alumnos lindos, buenos, buenos de corazón, de sentimientos, esforzados, con la camiseta puesta, que lo dan todo por su colegio en el ámbito en que han desarrollado habilidades y seguirán existiendo. Hoy las personas que trabajamos en el colegio estamos más viejas, más cansados, 30 años no es poca cosa, haciendo patria en la parte más difícil como es trabajar con personas. Georgina es una gran colaboradora del estamento docente, en su nivel. Es muy respetada por los estudiantes, básicamente por la coherencia en su discurso, corrección, responsabilidad, honestidad, comprensión y respeto. Está a cargo del tercer piso en el Nuevo Colegio. Hoy es también una gran colaboradora de la Unidad de Inspectoría General, para mi es una agrado tenerla como parte de mi equipo.
Más o menos es la misma época se incorporó Francisco Lorca Pavez, si bien es cierto llegó imprevistamente, poco a poco se fue mimetizando con los colores azul y amarillo de nuestro querido colegio. Ha trabajado en talleres exitosos como el de fotografía y ajedrez, también se destaca por su esfuerzo personal, mientras trabajaba continuó estudios vespertinos en el Liceo Comercial de Coronel donde obtuvo el Título de Contador General. En la actualidad es la persona encargada de ver todos los problemas relacionados con la parte de informática de la Unidad de Inspectoría General y además está a cargo de la justificaciones, una tarea entre grata e ingrata pero tremendamente importante para conocer los problemas de los estudiantes, de los apoderados y de sus familias.
En este nivel también trabaja Trinidad Flores Moraga, que ha vivido diferentes facetas y diferentes roles. En un principio trabajó por los programas de gobierno y por gestiones de la Dirección del colegio se incorporó a la planta, no sin dificultades. Ha cumplido tareas de Secretaría, de Paradocente, actualmente es la persona encargada del Plan Escolar de Alimentación que proporciona la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas que atiende a 384 almuerzos y próximamente se agregan 120 más. En la actualidad tiene, también su Librería Escolar que lleva el nombre de una persona que marcó huellas profundas en el Liceo Publio Melo Lagos, Trinidad lo acompañó hasta el momento de su muerte.
Hoy Trabajan, además como paradocentes: Alejandra Fritis que trabajaba en una ONG ( Organización No Gubernamental ), Manuel Sanhueza, quien trabajaba en las Ex Escuela México, María Arriagada que proviene de la Escuela Especial. Y por los Programas PMU ( Programa de Gobierno) María Azócar que es una chica egresada de Administración de Centro de Formación Técnica de Lota Alto y Cristian Vásquez Domínguez, un ex alumno muy especial que fue Presidente del Centro de Alumnos y que integró también los Talleres de Desarrollo Personal que tuve el privilegio de dirigir. Hubo por ahí otros paradocentes que pasaron por el colegio pero que por el corto período de tiempo que permanecieron, no marcaron hitos relevantes.
Recordar, seleccionar algunos hechos, ordenar características de personas, que en algunos casos marcaron historias muy fuertes, ha sido una osadía de mi parte pero lo hago con fín que nombres, hechos y vivencias no se pierdan en el tiempo y será bienvenido cualquier recuerdo que sirva para complementar este humilde recuerdo de los Paradocentes o Inspectores que no son de una categoría inferior al Docente, más bien es un grupo esforzado que le corresponde estar en la trinchera dura del quehacer diario en una Unidad Educativa Un homenaje para todos ellos.


Agosto Arnoldo Hidalgo Saldivia

05-08-2005

José Osvaldo Sepúlveda Castillo

“ Nací en la Ciudad de Lota el 9 de Julio de 1953, mis estudios básicos los realice de 1º a 3º en la Escuela Nº 6 de Lota Bajo y luego viajé a Santa Bárbara, un pueblito pequeño al interior de Los Angeles, a visitar a mis abuelitos, quedándome con ellos. Continué con mis estudios básicos egresando del Octavo Año en 1968. Al año siguiente no estudié porque me dediqué a cuidar a mis abuelitos que estaban delicados de salud. Mi abuela fallece el 27 de Julio de 1969 y mi abuelito el 4 de Diciembre del mismo año. Luego de cumplir una de mis etapas más duras, me quedó la tranquilidad y el orgullo de haber cumplido como nieto, dándoles el cariño que se merecían. Una vez sepultados regresé a Lota a reencontrarme con mis padres y hermanos, corría el mes de Febrero de 1970.”
En Marzo del año 1970 José ingresó al Centro Medio Educacional, que funcionaba en en la conocida Escuela Matías, siendo en Primer Año Profesor Jefe el Sr Patricio Vicuña Díaz. En ese momento había optimismo en el todos , porque existía la posibilidad de ocupar el local donde funcionaba el Colegio del Niño Jesús. Era atractiva la idea porque significaba estar en el centro de la ciudad en un local mejor.
“ El año 1971 nos trasladamos a Lota Bajo, como estaba previsto al local
que dejaba el colegio Niño Jesús, cursaba el Segundo Año Medio, mi Profesor Jefe fue el Sr. Arnoldo Hidalgo Saldivia, mi curso era muy unido, ese año realizamos varias actividades y tengo muy buenos recuerdos de todos mis compañeros, en especial de Juan Sáez, Marta Carrasco, Brunilda Reyes, Saturnino Araneda, Sergio Herrera, Manuel Morales, Caupolicán Hernández, por recordar algunos. “ La Reina de las Fiestas Aniversarias de ese año ( 1971) fue Yasmina Carrasco y el Rey Feo Juan Sáez.
En el año 1972 eligió la Especialidad de Contabilidad, razón por la que se separó de sus compañeros de los primeros ciclos, pero sin dejar de cultivar la amistad surgida allí, que en algunos casos dura hasta hoy, su Profesor Jefe ese año fue nuevamente Don Patricio Vicuña Díaz.
El año 1973 se produjo el pronunciamiento militar y ese mismo año egresó de la especialidad elegida por él.
En el año 1974 vuelve a separarse de algunos compañeros que continuan estudios en el Comercial de Coronel y a él le correspondió emigrar a Concepción, al Instituto Superior de Comercio donde esperaba titularse, más el destino le tenía preparada una dura y cruda sorpresa.
El año 1975 inicia su trabajo de Seminario de Título sobre Sistemas Contables. Su Profesor Guía era el Sr. Gorky Díaz un conocido dirigente comunista que integró directivas del Colegio de Profesores entre otras.
El 5 de Octubre de 1975 fue detenido por Infantes de Marina y trasladado al Fuerte Borgoño, recinto militar y centro de detención tristemente célebre, aduciendo participación política en agrupaciones de izquierda, lueo lo trasladaron a la Carcel Pública ubicada en Chacabuco Nº 70 de Concepción. Permaneció un año, luego fue sobreseído de la causa y logra su libertad firmando cada 15 días en la Fiscalía Militar.
Trabajó 4 meses en forma voluntaria y sin pago alguno en el Servicio de Impuestos Internos de Lota, le alcanzaron a solicitar la documentación para ingresarlo a la planta y dados los antecedentes fue rechazado. No sólo perdió la opción de un trabajo, tampoco había podido finalizar los estudios.
El año 1978 ingresa a trabajar a una oficina de contabilidad de Don Miguel Ananás quien le prestó colaboración y apoyo, de igual manera que Don Alan Aracena, dos conocidos y prestigiados Contadores de Lota. Ese mismo año ingresa al Comercial Vespertino de Coronel para retomar sus estudios y poder optar al ansiado y postergado título de Contador.
En 1985, varios años después y ya consolidada su formación profesional y su vida familiar, se independizó y se estableció con una Oficina de Contabilidad que aún mantiene con una considerable cartera de clientes. Colegiado en el año 1981. Participó, además en la Directiva del Colegio de Contadores Comité Local Lota-Coronel.
En ese mismo período integró la directiva de algún Centro de Ex alumnos que durante años se intento formar, con el objeto de crear un ente colaborador a las necesidades del colegio, me correspondió asesorar ese grupo y tuvo una pequeña permanencia en el tiempo.
José ingresó en calidad de reemplazante al Area de Contabilidad del ahora Liceo Comercial Presidente Frei Montalva de Lota, Ex C-47, en el año 1997 y en 1998 en calidad de contrata con aproximadamente 24 hrs. Este horario ha ido variando año a año según sea la disponibilidad de horas del colegio. El año 2000 asume como Profesor Jefe, situación ansiada y esperada que le traía muchos recuerdos y nostalgias de su vida de estudiante, que siempre ha calificado como muy buena: amistad, solidaridad, compañerismo, sueños, proyectos, amores, promesas, etc.
Sabemos que José es una persona agradecida de la vida, respetuoso, humilde y dispuesto a escuchar, a reconocer los errores para hacerlo mejor la vez siguiente, de haber aprendido a vencer la adversidad, a luchar por la vida, por sus hijos, por sus ideales.............
Hoy, además, cumple el rol de Asesor del Centro General de Padres y Apoderados por varios períodos, y está dispuesto a cumplir cualquier tarea que se le encomiende al interior de la Unidad Educativa.
Demuestra gran afecto por los que fuimos sus profesores, por sus colegas, por sus alumnos y por el sistema que le ha permitido educar a sus hijos y disfrutar hoy de sus logros académicos y de su calidad de profesionales.
José Sepúlveda Castillo, semilla y fruto de este Colegio y si bien es cierto fue peregrino por largos períodos, su corazón y afecto siempre estuvo junto a nosotros que lo vimos crecer.
Ahora está construyendo historia, armando el andamiaje del futuro, haciendo de sus alumnos artesanos de la educación y la cultura, con los mismos afectos, la misma comprensión, la misma amistad que en un lejano amanecer de su vida recibió con generosidad.


Arnoldo Hidalgo Saldivia
Agosto 2005